En el barrio San Millán, ubicado en Puerto Cabello, en la costa del estado Carabobo, Venezuela, surgió una de las expresiones musicales más impactantes de la cultura afrovenezolana por su fuerza y colorantes rítmicos. Unode los datos históricos más significativos para explicar la influencia africana en el lugar es que, en los alrededores de lo que hoy es ese barrio, fue desembarcado el último cargamento de mano de obra esclava llegado al país. Para el momento de este último desembarco (1825) ya había sido prohibida
la terrible trata negrera, razón por la que ese grupo fue puesto en libertad, dispersándose en la región. La presencia africana, sobre todo la loango-congo-angola, dejó sus testimonios en los resultados culturales actuales.
El tambor de San Millán se ha extendido por toda Venezuela, especialmente por su zona costera y central, llegando hasta elestado Falcón y el Oriente del país. Gracias a ello, se ha convertido en patrimonio común de las agrupaciones venezolanas que incorporan la tradición del tambor a su repertorio, tanto en la forma tradicional como en la fusión de géneros. El San Millán, que es una variante propia emparentada con otros toques de la zona centro-costera de los estados Aragua y Carabobo, como el Patanemo y el golpe de Borburata, llegando incluso hasta la población aragüeña de Turiamo, se toca con la presencia del cumaco –en la clásica disposición acostada en la que un tocador percute la membrana del tambor con las manos mientras que otros lo hacen sobre el cuerpo de madera con los llamados laures, rolitos o palitos– y el tambor corto de sonido más agudo llamado clarín, a veces denominado también campana o paila, mayormente en Caracas donde es muy popular, que se coloca entre las piernas.
Su interpretación es diferente al tambor de Barlovento.
sábado, 9 de enero de 2010
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