Tradición que consiste en que cada año, durante los lunes y martes de Carnaval, y en algunas regiones en época de Navidad, un hombre sale vestido con un disfraz que simula una mujer montada sobre una burra. En la representación, el hombre se disfraza con un armazón de madera, imitando a una burra. Se viste de mujer, colocándose una falda ancha de alegres colores, una blusa generalmente blanca y un sombrero grande de cogollo.
Cuando el baile comienza, el personaje hace de jinete y baila al compás de la música, hace diversas piruetas, e imita los sonidos propios del animal. Luego, se dedica a pasear por las calles recorriendo las casas de los lugareños, y propiciando momentos de jolgorio a cambio de una copa de aguardiente. El sonido de las maracas, el violín, el cuatro y los tambores anuncian su llegada. Esta celebración es acompañada por una multitud de personas que generalmente animan la fiesta.
Cuando el baile comienza, el personaje hace de jinete y baila al compás de la música, hace diversas piruetas, e imita los sonidos propios del animal. Luego, se dedica a pasear por las calles recorriendo las casas de los lugareños, y propiciando momentos de jolgorio a cambio de una copa de aguardiente. El sonido de las maracas, el violín, el cuatro y los tambores anuncian su llegada. Esta celebración es acompañada por una multitud de personas que generalmente animan la fiesta.